Países acuerdan un nuevo pacto para enfrentar pandemias futuras

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El 16 de abril de 2025, más de 190 países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobaron un tratado internacional destinado a mejorar la preparación y respuesta ante futuras pandemias. Este acuerdo, considerado histórico, busca evitar los errores cometidos durante la pandemia de COVID-19 y establecer una base sólida para la cooperación global en salud pública.​

El tratado se centra en tres áreas clave: prevención, preparación y respuesta ante emergencias sanitarias. Uno de sus objetivos principales es garantizar una distribución equitativa de recursos esenciales, como vacunas y medicamentos, durante una crisis sanitaria. Para lograrlo, se creará una red global de suministro que facilite el acceso a estos productos en todos los países, especialmente en aquellos con menos recursos.

Otra medida destacada es la implementación de un sistema de acceso y reparto de beneficios derivados del uso de patógenos compartidos. Este sistema exigirá que las empresas que utilicen muestras biológicas para desarrollar productos médicos destinen un porcentaje de los beneficios obtenidos a la OMS, asegurando así que los avances científicos beneficien a toda la humanidad y no solo a los países más desarrollados.​

Además, el tratado establece lineamientos para fortalecer los sistemas de salud nacionales, promoviendo la colaboración entre países y la transferencia de tecnología. Aunque muchos de los compromisos adquiridos son voluntarios, se espera que la cooperación internacional aumente la capacidad global para enfrentar emergencias sanitarias de manera más efectiva.​

El acuerdo también aborda la necesidad de mejorar la vigilancia epidemiológica y la transparencia en la información relacionada con enfermedades infecciosas. Se fomentará el intercambio de datos y la colaboración científica para detectar y responder rápidamente a posibles amenazas sanitarias.​

A pesar de que algunos aspectos del tratado, como la distribución de beneficios y la transferencia de tecnología, han sido objeto de debate, la aprobación del acuerdo representa un avance significativo en la gobernanza sanitaria global. Organizaciones internacionales y expertos en salud pública han elogiado el tratado por su enfoque inclusivo y su potencial para mejorar la equidad en la respuesta ante futuras pandemias.​

El acuerdo se dará a conocer formalmente en la Asamblea Mundial de la Salud prevista para mayo de 2025. Para su implementación, al menos 60 naciones pertenecientes a la OMS deben aprobarlo. La expectativa es que este procedimiento finalice en los meses venideros, señalando el comienzo de una nueva fase en la colaboración internacional en salud pública.