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¿Qué aportó Tycho Brahe al estudio del universo?

Tycho Brahe es una figura fundamental en la historia de la astronomía. Nacido el 14 de diciembre de 1546 en Knutstorp, una zona que hoy forma parte de Suecia pero que en aquel tiempo pertenecía a Dinamarca, Tycho provenía de una noble familia escandinava. Desde joven demostró un interés profundo por las ciencias y, en especial, por la observación celeste. A pesar de la oposición familiar, que prefería que se dedicara al derecho, Tycho siguió su vocación científica gracias al apoyo de su tío.

Brahe recibió su educación en diversas universidades europeas, como Copenhague y Leipzig. No tardó en destacar, no solo por su brillantez en las observaciones astronómicas, sino también por su persistencia en la búsqueda de instrumentos y técnicas de medición más avanzadas. En un famoso evento de su existencia, Brahe sufrió la pérdida de parte de su nariz durante un duelo académico, lo que le llevó a usar una prótesis de metal hasta el final de sus días, destacando así su carácter fuerte y su devoción por la ciencia.

El contexto astronómico antes de Brahe

Antes del trabajo de Tycho Brahe, la astronomía europea se encontraba limitada principalmente a las observaciones realizadas a simple vista y a las tablas astronómicas heredadas de la tradición ptolemaica y árabe. Las herramientas eran rudimentarias y las mediciones carecían de la precisión necesaria para desafiar los paradigmas vigentes. La teoría heliocéntrica de Copérnico había sido presentada en 1543, pero aún no contaba con suficientes pruebas observacionales como para desplazar el modelo geocéntrico.

Tycho Brahe comprendió que era necesario mejorar drásticamente la precisión de las observaciones para avanzar en la comprensión del cosmos. Así, dedicó gran parte de su vida a la construcción de observatorios y al perfeccionamiento de instrumentos astronómicos.

El observatorio Uraniborg y los instrumentos de Brahe

Entre 1576 y 1580, gracias a una generosa donación del rey Federico II de Dinamarca, Tycho construyó el observatorio Uraniborg en la isla de Hven. Uraniborg se convirtió en el centro astronómico más avanzado de Europa en su época. Allí, Tycho diseñó y construyó instrumentos de gran tamaño y alta precisión, como cuadrantes, sextantes, armillas y esferas armilares, todos ellos fabricados sin lentes, ya que el telescopio aún no había sido inventado.

Por ejemplo, su enorme cuadrante mural le proporcionaba la capacidad de medir la elevación de los cuerpos celestes sobre el horizonte con una exactitud sin precedentes hasta esa época. Asimismo, diseñó un sextante paraláctico único para determinar la separación angular entre diversos astros y planetas. El tamaño de estos dispositivos, algunos con varios metros de largo, hizo posible disminuir al máximo los errores en las mediciones de aquel entonces.

La técnica de Tycho Brahe para observar el firmamento

El enfoque de Brahe se fundamentaba en observaciones meticulosas, sistemáticas y cuidadosamente documentadas. Cada noche despejada, con la ayuda de su equipo de ayudantes y astrónomos, anotaba con gran esmero las posiciones de estrellas y planetas. Sus anotaciones son un ejemplo destacado de rigurosidad científica y disciplina.

Tycho eliminaba sistemáticamente cualquier información que no pudiera ser reproducida o justificada, lo cual mejoró significativamente el nivel de calidad de las observaciones astronómicas. Además, implementó un sistema riguroso de calibración regular de los instrumentos, junto con procedimientos detallados para corregir errores atmosféricos y reducir desviaciones sistemáticas.

Uno de los logros más extraordinarios de Brahe fue la medición de la posición de la supernova de 1572, conocida como la «nova de Tycho». Demostró que dicho fenómeno estaba ubicado mucho más allá de la atmósfera terrestre, en la esfera de las estrellas fijas, contradiciendo el dogma aristotélico de la inmutabilidad de los cielos. Este hallazgo fue crucial para el posterior desarrollo de la astronomía moderna.

En 1577, Tycho avistó un enorme cometa. Empleando la paralaje, un método geométrico que se basa en la variación angular vista desde dos ubicaciones distintas, determinó que el cometa estaba más allá de la órbita lunar. Este descubrimiento fue otro duro golpe para las teorías establecidas, que afirmaban que esos objetos eran fenómenos atmosféricos.

El modelo del universo de Tycho Brahe

Aunque Tycho Brahe no llegó a adoptar por completo el heliocentrismo de Copérnico, desarrolló su propia teoría, denominada modelo geoheliocéntrico. En este modelo, la Tierra se mantenía fija en el centro del universo; el Sol y la Luna orbitaban en torno a ella, mientras que los otros planetas giraban alrededor del Sol. Esta teoría simbolizaba una conciliación entre las antiguas creencias y las innovadoras ideas copernicanas, mostrando la cautela y el escepticismo distintivos de su enfoque científico.

Sin embargo, la importancia de Tycho Brahe reside menos en su modelo cosmológico y más en la monumental base de datos astronómicos que legó a la posteridad, recopilando unas 20 000 observaciones sumamente precisas en toda su vida.

El legado de Tycho Brahe y la precisión de la astronomía moderna

El trabajo de Tycho Brahe tuvo una importancia que excedió su propia vida. Tras su muerte en 1601, sus meticulosas observaciones fueron puestas en manos de Johannes Kepler, quien las utilizó para formular las tres leyes del movimiento planetario, pilares de la revolución científica. La detallada información sobre el movimiento de Marte, en concreto, permitió a Kepler descubrir que las órbitas planetarias eran elípticas, refutando por completo la antigua suposición de órbitas circulares perfectas.

Hoy en día, el uso de la observación metódica, la utilización de herramientas normalizadas y la exigencia de datos certeros continúan siendo fundamentos esenciales en la investigación en astronomía. Tycho Brahe creó un punto de inflexión en la manera de estudiar el universo: su dedicación a la exactitud y el examen riguroso estableció a la astronomía como una ciencia empírica fundamentada en observaciones comprobables.

En definitiva, Tycho Brahe no solo midió los cielos con un rigor inédito, sino que cimentó una nueva era de investigación racional y metódica. Su trabajo propició el nacimiento de una perspectiva científica moderna y rigurosa, donde la paciencia, el escepticismo y la búsqueda incansable de exactitud se convirtieron en el telón de fondo para los grandes avances de los siglos posteriores.

Por Carmen Lovera

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